lunes, 9 de enero de 2012

La vida está hecha para vivirla.

Soy de esas que tienen tres vidas; la suya, la que se inventan los demás, y la que sus padres creen que tienen. De las que cuando tienen un día estresado lo pagan con la persona equivocada. De las que a veces se sienten mejor estando solas, aunque echen de menos a sus amigos. De las que lloran con las películas románticas. De las que van con el miedo a fallar pero aún así se entregaran al máximo. De las que escriben su nombre en los cristales empañados para luego borrarlos. De las que se quedan hasta las tantas para hablar con él. De las que tienen expectativas. De las que no se entienden ni ellas pero saben lo que quieren. De las que son capaces de sacarte una sonrisa en tus peores días. De las que echan el bolígrafo al suelo para coger la notita que les lanza el compañero. De las que les entra la risa tonta en momentos serios. De las que les encanta quedarse hablando con las amigas toda la tarde. De las que odian los pajaritos que les cuentan todo a las madres. De las que la música las vuelven locas. De las que siempre encuentran algo bueno en cualquier persona. De las que eso de disimular no se les da muy bien. De las que se quedan tumbadas en la cama pensando en el por qué de las cosas. De las que tropiezan mil veces con la misma piedra pero siempre se vuelven a levantar. 

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Mi vida es mía y de nadie más

¿Quién ha dicho
que no puedo?, si quiero ahora mismo pongo mi canción favorita, tan alta como se pueda y empiezo a cantarla a gritos si eso me hace feliz, ahora mismo puedo desenamorarme, llamar a cualquier chico que conozca y finjir estar enamorada de él, ¿Quién me lo impide?, puedo comerme ahora una enorme tarrina de helado de chocolate y no sentirme culpable, fumarme uno tras otro los cigarros que quedan en mi cajetilla, puedo quedarme despierta hasta las cinco de la mañana si me apetece, ¿Quién va a ser capaz de juzgarme?, puedo ponerme un vestido más corto de lo permitido y parecer una princesa, y bailar claqué en una calle alborotada de gente, sin música, sin saber bailar, sin importarme quién me mire, puedo ir a un parque sólo para sentir que vuelo en los columpios, para volver a mi infacia tan solo unos segundos, o ir al cine sólo para estar en la oscuridad y no sentirme sola, quedar con diez chicos a la misma hora y dejarlos a todos plantados por dar un paseo con mi perro, ¿Quién ha dicho que eso no es normal?, sinceramente prefiero hacer cosas fuera de lo normal, porque la palabra normal suena aburrida, ¿Quién ha dicho que no soy libre?, ¿Quién?, ¿Quién ha dicho que no puedo?