lunes, 28 de febrero de 2011

Como dar la vuelta al mundo en 80 días...

Me gustaría ir a París, mientras me subo a lo alto de la Torre Eiffel y veo toda Francia. ¿Después? A Italia, donde me haré la típica foto donde yo, con toda mi fuerza y valentía, sujetaré la Torre de Pisa para que no se caiga. ¿Luego? A Londres, donde intentaré hacer reír a los guardias de seguridad con mis caras más extrañas y mis chistes malos. ¿Siguiente? A Las Vegas, donde me gastaré la hostia de dinero en el casino para no ganar ni un chavo, pero podré decir: ¡Vivan Las Vegas, baby! ¿Aún más? Pues me iré a Nueva York, sí, y me subiré a la Estatua de la Libertad y veré como todo Manhattan amanece. ¿Y por último? Yo siempre digo que lo mejor, para el final. Por último me iré a Los Ángeles. Arrasaré en todas las tiendas de Beverly Hills, mientras me gasto casi todos los ahorros que me quedan en ropa. Luego, en Hollywood, iré mirando cada una de las estrellas del Paseo de la Fama y me haré una foto con la inmensa mayoría mientras sonrío bebiendo mi Starbucks. También, me haré fotos junto al cartel de Hollywood, señalándolo con una gran sonrisa en mi cara diciendo: Sí, estoy en L.A. Y al final, me subiré a lo alto del mirador y miraré por última vez todo Los Ángeles. Pero cuando vuelva aquí, a España, me esperará lo mejor.

Hoy voy a ser feliz, simplemente por que me lo merezco.

He reído solo para hacer creer a la gente que soy feliz, he llorado hasta que se me agotasen las lágrimas, he perdonado lo imperdonable, he tenido, tengo, y tendré a las mejores personas cerca, he querido como nadie lo hará jamás, he sacado fuerzas de donde no las había, he hecho reír a la gente con mil tonterías, he tenido el valor de construir un futuro que jamás se cumplirá, me he comportado como una niña chica solo para que vieran que todavía tengo algo inmaduro dentro de mi, he sido el pañuelo de lágrimas de aquellos que se han derrumbado, he llamado por teléfono solo para que se acordaran de que existo, me he hecho la sorda solo para no oír lo que no quería escuchar, y la ciega para no ver lo que dolía, he conocido al primer amor, he tenido enfrente al desamor, he tenido el coraje de decir lo que pienso, me he tragado mi orgullo para no perder a personas importantes, me he guardado cientos de lágrimas para hacer creer que soy fuerte, he tenido momentos de locura solo para ver como la gente es feliz, y hoy, he sido capaz de levantarme, mirar al frente, y seguir adelante.



Vamos a querernos, vamos a hacer que somos los primeros, vamos a inventar un sitio nuevo, para ti y para mi, vamos a correr los riesgos que suponen amar, vamos a gritar lo que sentimos, vamos a enfadarnos, pegarnos y volvernos a besar.

Falsas esperanzas.





Morfeo me lo quiso arrebatar esa noche, quiso llevarle al sueño de las mil y una noches en la que Sherezade no era yo. Quiero imaginar que no lo hacía aposta. Que sus besos no se querían terminar de una vez. No quiero imaginar que mi sueño era leve. No quiero imaginar que todo lo que vivimos aquella noche fue una simple fantasía creada por una pequeña ilusa que sigue creyendo en el amor ante todo, y por todo. No hace falta que diga lo mucho que he echado de menos estas dos semanas y no hace falta que diga lo mucho que he extrañado tus palabras, y tus sonrisas más sinceras. Llámame y sin la ll. Anoche se escapó por el balcón de mis deseos un suspiro anhelante. No deseo que te vallas, pero no quiero que permanezcas si estás mal conmigo. No quiero que estés por obligación. No quiero que te sientas amarrado a mí por mis sentimientos. Lo siento si soy egoísta. Pero a un lugar en el que tú no estés, yo no le puedo llamar mundo.

domingo, 27 de febrero de 2011

Para mí, siempre has sido el aire que respiro.



Respiro, escucho, pero no me lo creo. Mi corazón late, pero por dentro se me ha congelado. Mis manos, tiemblan, estoy perdiendo el sentido. Intento calmarme, pero no hay aire para respirar, dices que te vas, y no hay vuelta atrás esta vez. Tengo que seguir viva. ¿Ahora donde voy? Estoy tan sola... Intentamos no estrellarnos, pero todo intento fue en vano. No puedo dejar de llorar, de recordarte, pero no lo dudes, sobreviviré, creo que aún sigo viva.

Aporta ya algo al mundo só inútil



Y tú, ¿qué tienes que aportar al mundo? Una sonrisa, una cara bonita, el pelo bien arreglado ¿Eso es todo? Yo te invito a ofrecer cosas que ya no tienen cabida para los que nos rodean. Lo superficial las ha relegado a un segundo plano, convirtiéndonos en esclavos de las apariencias, cuando el mayor tesoro se esconde bajo el pecho y bajo tu peinado de moda. No hemos mirado nunca a nuestro interior, son esas voces que te inclinan a hacer cosas impensables. Así que basta de pensar y empieza a actuar. Únete a los que siguen cantando en la ducha, no se peinan por las mañanas y son felices con poco. Los que toman un helado de after-eight con los dedos de los pies en la arena calentita y los que cuentan las estrellas para dormir mejor. Sabrás apreciar entonces el silencio mecido por el sonido del mar y los acordes que toque alguna guitarra alrededor de alguna hoguera en la noche de San Juan. Aunque a mi en San Juan me va más la fiesta.

¿Me echaste de menos?


Por fin sola. Me dirigí hacia la cocina, cogí una pequeña taza de porcelana y la llené de chocolate caliente. Olí aquel olor que desprendía y pensé nada como un buen chocolate caliente en este inmenso frío de invierno. Eran las 21:58, una buena hora. Me senté en el sofá y estiré las piernas apoyándolas justo encima de mi cojín aterciopelado. Miré hacia la ventana y tan solo podía contemplar el bello follaje nevado a la luz de luna. El árbol de navidad deslumbraba en todo el salón, aquellos adornos tan simples pero que te llenaban del espíritu navideño. Sorbí un poco de chocolate y note como todo mi cuerpo se iba relajando. Encendí la tele y puse una película navideña, tan hermosa y familiar como uno se espera al oír la palabra navidad.
Llamaron al timbre, un mal momento para mi, pues estaba tan a gusto en mi sofá...
Me levanté un poco fustrada y preguntándome quién llamaría a estas horas de la noche.
Al abrir la puerta me lleve una gran sorpresa tan fuerte que se me calló mi taza de chocolate caliente tan sabroso al suelo haciendo que se escuchase un fuerte sonido hueco.
Era él, el hombre que me abandonó para irse a París por temas de trabajo diciéndome que volvería pero nunca lo hizo. Quise hablar pero no pude, estaba demasiado impresionada como para poder pronunciar una mísera palabra.
Vestía con un traje de chaqueta de buena calidad y en su mano sujetaba un pequeño ramo de flores, concretamente rosas rojas, era el hombre perfecto, tenía una melena rubia y unos ojos verdes que miraban con deseo, sus labios son extrañamente misterios pero aún así enloquecen.
-Hola- dijo tímidamente.
-¿Qué haces aquí?
-He venido para cumplir mi promesa. 
-Han pasado dos años.. y me dijiste que tan solo serían cuatro meses.
-Lo siento, tuve unos problemas y...
-¡Cállate! No quiero que me des explicaciones, me has hecho mucho daño -le dije mientras me caía una lágrima.
-Lo sé.. y cada día me arrepiento más de haberte dejado ir.. - dijo con impotencia.
-Te estado esperando día tras día.

Yo soy de las que lo prueban todo.



Prefiero morir viciosa y feliz a vivir limpia y aburrida. Prefiero encontrar una estrella en el fango a cuatro diamantes sobre un cristal. Prefiero que la estrella queme, sea fuego, a un tacto rezumante de frialdad. Prefiero besar el duro suelo veinte veces para llegar una sola vez a lo más alto a escalar poco a poco, sin caer nunca pero sin llegar jamás a la cima. Prefiero que me duela a que me traspase, que me haga daño a que me ignore. Prefiero sentir. Prefiero una noche oscura y bella, sucia y hermosa, a un montón de días claros que no me digan nada. Prefiero una cadena a un bozal. Prefiero quedarme en la cama todo el día pensando en mi vida a levantarme para pensar en la de otros. Prefiero un gato a un perro. Porque el gato te araña, es infiel, te ignora, se escapa, pero sabes que, a pesar de todo, no podría vivir sin ti. Y la noche, siempre la noche. Nunca a la luz del sol. La noche es mágica. Me hace vivir, no pensar. Me pone en movimiento. Rompe mis esquemas. La noche me hace única. Prefiero experimentar las cosas, aunque me hagan mal. Aunque me hiervan la sangre. Prefiero probarlo todo a morirme sin saber lo que me gusta.

Nocilla y felicidad caducadas.




No eѕ grande aqυel que nunca falla si no, el que nunca se da por vencido.

Y ES QUE A VECES LO URGENTE NO DEJA TIEMPO PARA LO IMPORTANTE...

viernes, 25 de febrero de 2011

Aquí estoy, en lo más alto...



Hablo de pintarte las uñas de color rosa fosforito si te da la gana, y de ponerte el pelo verde y rojo, de escuchar a Pitingo o de comer cinco regalices diarios y tres piruletas, hablo de sonreir si tienes ganas y si te sale de dentro, y de enfadarte si te dán los motivos necesarios, hablo de saltar por la calle y gritar las veces que te de la gana su nombre o el tuyo, o de gritar simplemente tu canción preferida, hablo de mirar el cielo las veces que quieras, y de ponerte tonta si te hacen cosas que no te gustan, hablo de caminar no como los demás, si no como tú sabes, y de ser tú siempre, hablo de encerrarte en tu habitación y ponerte los cascos con la música a todo volumen si te apetece, de leer libros por la calle o de no leerlos, si no tienes ganas o no te gusta, sueña despierta, ríe, saca la lengua por la ventanilla del coche, haz lo que te apetezca en cada momento, con quién quieras y donde quieras, mira por tí, si no lo haces tú dudo mucho que alguién lo haga por tí, hablo de querer, hablo de sufrir y de aprender de los errores.
Vuelve y te sorprende...


La vida debería de empezarse muriendo y así ese trauma estaría superado, luego te despiertas en una residencia, mejorando día a día, después te echan de la residencia porque estás bien y lo primero que haces es cobrar tu pensión, luego en tu primer día de trabajo te dan un reloj de oro, trabajas cuarenta años hasta que seas lo bastante joven como para disfrutar del retiro de la vida laboral, entonces vas de fiesta en fiesta, bebes, fumas y te preparas para empezar a estudiar, luego empiezas el colegio, jugando con tus amigos, sin ningún tipo de obligación, hasta que seas bebé, y los últimos nueve meses te pasas flotando tranquilo, con calefacción central y al final abandonas este mundo en un orgasmo.
No sueñes cariño...

Sé que tienes miedo, miedo de perderme, miedo de no encontrar a nadie como yo, porque sabes perfectamente que soy única, que soy la persona más inestable del mundo, cinco segundos llorando, dos horas gritando, y tres minutos saltando de alegría, sabes que me encanta la lluvia, y más si estamos los dos debajo, que me encantan las golosinas, y los peluches grandes, gigantes, que odio las despedidas, y el chocolate en verano a veces no lo puedo ni ver, que no soporto las películas románticas cuando estamos cabreados, sabes de sobra que cuando yo amo, lo hago de verdad, no engaño, también sabes que mi color preferido es el rojo, y que mi flor es la violeta, que mi número de la suerte es el 13, y que no creo en las supersticiones, también sabes que me encanta que me hablen bajito y que me canten al oído, sabes tanto de mí, sabes que no soy como las demás, y lo sé, sé que tienes miedo de perderme, y aún así, si no lo tienes ... ; sólo quiero advertirte que no vas a encontrar a nadie como yo.

Mi vida es mía y de nadie más

¿Quién ha dicho
que no puedo?, si quiero ahora mismo pongo mi canción favorita, tan alta como se pueda y empiezo a cantarla a gritos si eso me hace feliz, ahora mismo puedo desenamorarme, llamar a cualquier chico que conozca y finjir estar enamorada de él, ¿Quién me lo impide?, puedo comerme ahora una enorme tarrina de helado de chocolate y no sentirme culpable, fumarme uno tras otro los cigarros que quedan en mi cajetilla, puedo quedarme despierta hasta las cinco de la mañana si me apetece, ¿Quién va a ser capaz de juzgarme?, puedo ponerme un vestido más corto de lo permitido y parecer una princesa, y bailar claqué en una calle alborotada de gente, sin música, sin saber bailar, sin importarme quién me mire, puedo ir a un parque sólo para sentir que vuelo en los columpios, para volver a mi infacia tan solo unos segundos, o ir al cine sólo para estar en la oscuridad y no sentirme sola, quedar con diez chicos a la misma hora y dejarlos a todos plantados por dar un paseo con mi perro, ¿Quién ha dicho que eso no es normal?, sinceramente prefiero hacer cosas fuera de lo normal, porque la palabra normal suena aburrida, ¿Quién ha dicho que no soy libre?, ¿Quién?, ¿Quién ha dicho que no puedo?