lunes, 28 de febrero de 2011

Falsas esperanzas.





Morfeo me lo quiso arrebatar esa noche, quiso llevarle al sueño de las mil y una noches en la que Sherezade no era yo. Quiero imaginar que no lo hacía aposta. Que sus besos no se querían terminar de una vez. No quiero imaginar que mi sueño era leve. No quiero imaginar que todo lo que vivimos aquella noche fue una simple fantasía creada por una pequeña ilusa que sigue creyendo en el amor ante todo, y por todo. No hace falta que diga lo mucho que he echado de menos estas dos semanas y no hace falta que diga lo mucho que he extrañado tus palabras, y tus sonrisas más sinceras. Llámame y sin la ll. Anoche se escapó por el balcón de mis deseos un suspiro anhelante. No deseo que te vallas, pero no quiero que permanezcas si estás mal conmigo. No quiero que estés por obligación. No quiero que te sientas amarrado a mí por mis sentimientos. Lo siento si soy egoísta. Pero a un lugar en el que tú no estés, yo no le puedo llamar mundo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Mi vida es mía y de nadie más

¿Quién ha dicho
que no puedo?, si quiero ahora mismo pongo mi canción favorita, tan alta como se pueda y empiezo a cantarla a gritos si eso me hace feliz, ahora mismo puedo desenamorarme, llamar a cualquier chico que conozca y finjir estar enamorada de él, ¿Quién me lo impide?, puedo comerme ahora una enorme tarrina de helado de chocolate y no sentirme culpable, fumarme uno tras otro los cigarros que quedan en mi cajetilla, puedo quedarme despierta hasta las cinco de la mañana si me apetece, ¿Quién va a ser capaz de juzgarme?, puedo ponerme un vestido más corto de lo permitido y parecer una princesa, y bailar claqué en una calle alborotada de gente, sin música, sin saber bailar, sin importarme quién me mire, puedo ir a un parque sólo para sentir que vuelo en los columpios, para volver a mi infacia tan solo unos segundos, o ir al cine sólo para estar en la oscuridad y no sentirme sola, quedar con diez chicos a la misma hora y dejarlos a todos plantados por dar un paseo con mi perro, ¿Quién ha dicho que eso no es normal?, sinceramente prefiero hacer cosas fuera de lo normal, porque la palabra normal suena aburrida, ¿Quién ha dicho que no soy libre?, ¿Quién?, ¿Quién ha dicho que no puedo?