miércoles, 20 de abril de 2011

Que grande eres Madre.



Noche de serenata, cuando suenan las campanas de La Madre Asunción, en tu salida y el cielo se ilumina, el aire huele a rosas y aparece nuestra Madre, la Virgen de los  Dolores.
El corazón se encoge de emoción, con lágrimas de infinita alegría.
Esa cara guapa con tanto dolor, hace que esos minutos, parezcan un suspiro, un instante de amor, a los sones de su banda que desprende pasión.
Te alzo una promesa, te hago una petición, te doy las gracias por todo, desde lo más hondo de mi corazón, no puedo gritar viva, no me deja la emoción.
Nos mira con agradecimiento por tanto trabajo, esfuerzo e ilusión, por que luzcas hermosa, con puntadas de hilo, con flores de pasión. Noches duras de ensayo, de sacrificio y emoción, por llevar sobre sus hombros el peso del más grande amor.
Negros te acompañan, con gritos conmovidos, con temblores en la voz...
Viernes Santo que se aproxima.
 Dolores en la salvación de los hombres. Amor a la Madre, a mi Virgen de los Dolores, la que siempre me ayuda y me acompaña.
¡Qué alegría por sentirte! ¡Qué delirio mirarte!

¡VIVA MI VIRGEN DE LOS DOLORES!

La belleza de tu Imagen es estampa de la Pasión, la llevamos, Dolores, grabada en el corazón.

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Mi vida es mía y de nadie más

¿Quién ha dicho
que no puedo?, si quiero ahora mismo pongo mi canción favorita, tan alta como se pueda y empiezo a cantarla a gritos si eso me hace feliz, ahora mismo puedo desenamorarme, llamar a cualquier chico que conozca y finjir estar enamorada de él, ¿Quién me lo impide?, puedo comerme ahora una enorme tarrina de helado de chocolate y no sentirme culpable, fumarme uno tras otro los cigarros que quedan en mi cajetilla, puedo quedarme despierta hasta las cinco de la mañana si me apetece, ¿Quién va a ser capaz de juzgarme?, puedo ponerme un vestido más corto de lo permitido y parecer una princesa, y bailar claqué en una calle alborotada de gente, sin música, sin saber bailar, sin importarme quién me mire, puedo ir a un parque sólo para sentir que vuelo en los columpios, para volver a mi infacia tan solo unos segundos, o ir al cine sólo para estar en la oscuridad y no sentirme sola, quedar con diez chicos a la misma hora y dejarlos a todos plantados por dar un paseo con mi perro, ¿Quién ha dicho que eso no es normal?, sinceramente prefiero hacer cosas fuera de lo normal, porque la palabra normal suena aburrida, ¿Quién ha dicho que no soy libre?, ¿Quién?, ¿Quién ha dicho que no puedo?